La conversión de las antenas y la utilización de la estación terrena de Tulancingo como museo y centro de investigación científico le dará un nuevo aire al importante sitio que desde 1968 y hasta hace 12 años fue enlace satelital de América con el viejo continente.
El telepuerto que ha cumplido este mes desde su primer funcionamiento 56 años, que a la vista impresiona por las dos grandes estructuras que pesan 330 toneladas, con diámetros de 32 metros, estaba quedando obsoleto.
No obstante, ahora lo están reviviendo.
Tras dar múltiples servicios, en especial a las televisoras mexicanas como TV Azteca y Televisa, los grandes equipos, desde telégrafos hasta los radio-comunicadores, se han mantenido apagados por años.
Sin embargo, ya se hacen pruebas dado que las antenas pasarán hacer radiotelescopios, aunque aún se analizan costos de mantenimiento y accesibilidad al internet.
En general todo el inmueble tendrá una segunda oportunidad, para ponerlo al servicio de científicos y estudiantes de nivel medio superior y superior.
Así se dio a conocer en un recorrido por las instalaciones en la presentación de la Noche de las Estrellas que se llevará a cabo el próximo 9 de noviembre, al tener como una de las sedes a este lugar, en homenaje a la única mujer hasta el momento en ganar dos premios Nobel, uno en Física y otro en Química: Marie Curie, a 90 años de su partida.
La estación terrena de Tulancingo está ubicada en territorio del municipio de Santiago Tulantepec debido a que es un suelo firme antisísmico, así como por su cercanía con la Ciudad de México y Veracruz.
Toda la tecnología empleada fue japonesa y las estructuras llegaron en grandes cajas transportadas por tierra desde el puerto jarocho.