Aunque parezca una tarea muy sencilla, saber cuál es la manera adecuada para almacenar alimentos en el refrigerador puede ser muy útil para que estos permanezcan en buen estado.
Uno de los principales errores es colocar insumos en la puerta del refrigerador, ya que esta área se encuentra expuesta a cambios de temperatura constantemente: al abrirla y cerrarla varias veces al día, no es una zona apta para algunos productos en particular.
Para garantizar la vida útil de tus alimentos durante el mayor tiempo posible, toma nota de cuáles productos no deben guardarse en la puerta del refrigerador.
Leche. Debido a que la leche se utiliza al menos un par de veces al día, muchas personas suelen dejarla en la puerta. Sin embargo, como cualquier producto lácteo, no es apto para enfrentarse a cambios de temperatura constantes.
Huevos. Al igual que la leche, los huevos también son un producto de origen animal, lo que significa que su tiempo de vida útil depende de las condiciones de temperatura en gran medida. Por ello, deben permanecer en la parte más fría del refrigerador o bien, fuera de él. Primordialmente, evitar los cambios de temperatura en el lugar donde se almacenan.
Carnes y aves crudas. En el caso de la carne, el crecimiento de bacterias es inevitable en algún momento, su vida útil puede ser menor que la de los vegetales en muchos casos. Por ello, algunas personas optan por congelar la carne hasta el momento en que va a cocinarse. Definitivamente, la puerta del refrigerador no es un buen lugar de almacenaje.
Carnes frías y quesos. Pese a que los embutidos no requieren de temperaturas tan frías para mantenerse en buen estado durante un tiempo razonable, lo mejor será guardarlos junto con la leche y las carnes: en la parte del refrigerador con una temperatura fría fija.
Verduras y frutas. Los refrigeradores cuentan con un cajón especialmente para frutas y vegetales por un motivo en particular: les protege de la humedad. Las verduras no requieren de un clima especialmente frío, sin embargo, aquello que sí las daña es el exceso de humedad en el ambiente.