La norma representa “La comprensión por parte del Estado de lo que significa la autonomía reproductiva en la vida de las mujeres”.
María Teresa Bosio, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir en declaración a la agencia AFP. La organización ha liderado durante más de una década la Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en Argentina.
Todo comenzó hace 60 años con la revolución sexual y el desarrollo de los anticonceptivos. Hasta 1970 en México tuvimos crecimiento de más del 3% anual de la población. En nuestra generación, llamada de los “baby boomers”, lo común era que las familias tuvieran hasta 10 hijos y una con 2 o 3 era una anomalía. En 1994, el INEGI reporta 2.9 millones de nacimientos. En 2020 tan sólo 1.6 millones.
En esa época comenzó el primer conflicto con la religión. La Iglesia Católica prohibía a las familias la planeación familiar con anticonceptivos. Recordamos un método sugerido por los grupos conservadores llamado “Billings”. Hoy reposa en el baúl de las herramientas inútiles y olvidadas.
El país avanzó con la ampliación de las libertades. Si no se podía planear la familia, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional estaban limitadas para la mayoría de las mujeres. Por fortuna la explosión demográfica cedió. En tan sólo dos generaciones pasamos de 34 millones de habitantes a 127 millones.
El esfuerzo de los grupos conservadores fue rebasado por la realidad. Hoy ni siquiera se discute en los púlpitos el tema de los anticonceptivos. Ahora la lucha es por la libertad de la mujer a decidir si aborta o no antes de la semana 14. En un mundo ideal, la educación sexual y el uso de anticonceptivos deberían evitar la mayoría de los embarazos no deseados. En la realidad, la condición de subdesarrollo en la educación sexual y reproductiva se refleja en cientos de miles de embarazos no esperados.
En México, la Constitución se cambió justo 48 años después de que en Estados Unidos legislaran el derecho al aborto con la Ley Roe vs Wade. El año pasado tocó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconocer el derecho a decidir de la mujer. En Argentina, la fuerza política de la mujer agrupada en colectivos también logró cambiar la ley. En Chile la cámara baja había votado a favor en septiembre y el pasado diciembre cambió de parecer.
Una corte conservadora en Estados Unidos despoja a millones de mujeres de un derecho que tenían garantizado por la Constitución. El resultado altera y lastima a millones de mujeres que viven en estados conservadores como el vecino Texas. Vendrán migraciones, cambios en las prestaciones laborales de las grandes empresas que apoyarán con gastos de viaje a sus colaboradoras para que aborten en un estado donde no exista la prohibición. A la larga volverá la vigencia de la ley que protege las libertades de la mujer porque el costo político para los republicanos será insoportable. Mientras tanto crece la demanda de pastillas abortivas.
En México, seguirá el debate ético y moral sobre el aborto. Imposible conciliar las creencias y el pensamiento libertario de las mujeres que no quieren que el gobierno penalice la decisión de lo que deben de hacer o no con su cuerpo.
Ya veremos cómo evoluciona el conflicto en EU.