El ciclo de Monreal en Morena está agotado. Fuera de Morena su lugar es en la oposición para contribuir a la formación de un amplio frente opositor progresista y democrático”
Jesús Zambrano en declaración a Reforma. 

La salida de Ricardo Monreal de Morena es la ruptura política más anunciada de los últimos tiempos. No pasará de diciembre. Él podría unir a toda la oposición, incluído Movimiento Ciudadano. Si convence a Dante Delgado, Marko Cortés, Alito Moreno y a Jesús Zambrano que la posibilidad de arrebatar el poder a Morena es real; si su proyecto de “ReconciliaciónXMéxico” les hace sentido numérico y político, tendríamos una elección de pronóstico reservado. 
Se requiere de gran talento para construir un acuerdo de tal magnitud que permitiera competir dentro de la Alianza Va por México a todos los aspirantes de los partidos. ¿Dónde quedaría Marcelo Ebrard y toda la gente que lo sigue? ¿aceptaría con cabeza gacha que las encuestas desde Palacio lo saquen de la contienda o se uniría a la oposición? Tanto Ebrard como Monreal prometieron que estarían en la boleta presidencial. A medida que pase el tiempo, el conflicto será incontrolable para AMLO. Por más que ejerza su poder presidencial, la época de la obediencia ciega, de la lealtad sin preguntas, quedó atrás. 
Ese mismo problema podría repercutir en la selección de candidatos a gobernador, a alcaldes, diputados y senadores. La lucha por el poder no será gobernada sin conflictos internos en Morena porque no tienen la estructura de un partido sino el desorden de un movimiento. 
Uno de los errores políticos más grandes es minimizar al disidente. Ricardo Monreal lo probó cuando el PRI no lo eligió candidato a gobernador de Zacatecas y ganó con el PRD. Layda Sansores se equivocó al seguir la pauta que presuntamente le dio Claudia Sheinbaum con la bendición del Presidente. Rudeza innecesaria con un miembro del mismo partido, con alguien a quien no se le puede tomar a la ligera. 
Los partidos de oposición y sus actuales aspirantes necesitan la altura de miras para sumar a Monreal a la contienda interna. La pluralidad de candidatos en Va por México debe ser vista como una fortaleza y no una debilidad. Mientras en Morena todo pensamiento, idea y discurso proviene de la mañanera, en el PAN-PRI-PRD-MC podría surgir una riqueza de puntos de vista y proyectos de lo que puede y debe ser nuestro país. 
Quien mejor articula este proyecto es, para mi gusto, Enrique de la Madrid. Pero una elección interna por voto directo o por encuestas no siempre la gana quien tiene el mejor proyecto sino el discurso y el carisma para atraer votos. 
Podemos seguir imaginando que la oposición realice un ejercicio histórico de democracia al presentar a múltiples candidatos y, cuando uno sea el ganador, todos los demás participen en la construcción de la campaña. Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Santiago Creel, Miguel Mancera, Ricardo Monreal, Ricardo Anaya, Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Mauricio Vila, Enrique Alfaro, Luis Donaldo Colosio, Dante Delgado, todos con una sola mira: unir al país para sacarlo adelante.
Como cantaba John Lennon, “dirán que soy un soñador, pero no soy el único”. La pluralidad y el buen oficio logran maravillas. Uno de los pasajes históricos más hermosos de la política fue cuando Abraham Lincoln llamó a sus contrincantes para hacer equipo y liberar a Estados Unidos de la esclavitud. “Team of rivals” (equipo de contrincantes) le llamó Doris Kearns Goodwin, en su biografía que dio el guion para la película que narra esa genialidad. Eso necesita Va por México. 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *