Los griegos nos heredaron un cuerpo de conocimientos del ser humano como pocas civilizaciones ancestrales. Inventaron dioses y héroes, gestas y narrativas maravillosas como las de Ícaro y su padre Dédalo.
Se necesita tiempo y esfuerzo para conocer las miles de historias fantásticas. Algunas, sin embargo, sí las entregan los dioses al común de los mortales. Una de ellas, llena de sabiduría es el concepto de la “hubris”.
Para explicarlo mejor, los griegos recurrían al mito de Ícaro quien obtuvo alas unidas con cera para volar. Quiso acercarse al sol contra el consejo de Dédalo, su padre. Maravillado con la potencia de sus alas se acercó al sol y el invento se derritió. Ícaro cayó al mar y se ahogó. Los dioses lo habían castigado por su “hubris”.
La sesión del Congreso en la que Morena firmó 20 leyes por orden del presidente López Obrador, sin siquiera leerlas, muestra una soberbia y una arrogancia desmedida. Los griegos creían que la soberbia era castigada por los dioses con locura o con la muerte como sucedió a Ícaro. Sustituyamos a los dioses del Olimpo por un concepto más cercano: la misma humanidad.
La vida cobra caro la petulancia, el desprecio a los demás, y claro, la acaparación de poder sin límites o contrapesos. Trump se volvió loco cuando perdió la elección y se inventó un fraude que puso a la democracia norteamericana de cabeza. Putin, ávido de poder y de ser un “Pedro el Grande”, mandó a la guerra y a la muerte a cientos de miles de jóvenes que ni la debían ni la temían. El autócrata enloqueció.
La “hubris” colectiva de los diputados y senadores hizo que abandonaran sus más preciados valores: la dignidad, el respeto a los demás, y lo más grave: obedecer a una sola persona para que pisotearan nuestra Constitución. Ni siquiera cumplieron con la ley de Quórum o presencia suficiente de legisladores con normas que no cumplen con la ley.
El nuevo PRI, disfrazado de Morena, quiere regresarnos medio siglo en la historia, pero con peores formas, con cinismo y desvergüenza, atentando contra lo que ellos mismos ayudaron a construir. Al querer el control total del país, marginando a la oposición, disminuyendo a los contrarios con arrogancia y soberbia, cavan su desastre futuro.
Jesús Reyes Heroles, presidente del PRI e ideólogo del liberalismo, abrió la puerta para que las minorías tuvieran voz y voto en la vida pública. Dio paso a la izquierda del Partido Comunista convertido en PSUM, lo mismo que a partidos conservadores como el PDM.
Morena quiere que regresemos a tiempos anteriores a Reyes Heroles. Nos acerca al peligro del totalitarismo de Gustavo Díaz Ordaz. Involuciona más de un siglo al militarismo de los generales de la Revolución.
Para matar la democracia basta un asesinato como fue el de Francisco I. Madero, o un puñado de traidores a la democracia que atenten contra la Constitución. De ese tamaño es la gravedad del tiempo que vivimos. Los dioses castigaron a Victoriano Huerta quien murió en la cárcel por cirrosis hepática (mucho alcohol), también castigarán a la 4T.