En la ingeniería, el aprendizaje de vectores es la sustancia de la materia. Xóchil Gálvez lo debe entender muy bien por su formación matemática, por su aprendizaje en la UNAM. El viernes Xóchitl acudió a una reunión con editores de provincia, oportunidad para preguntar abiertamente sobre todo lo que nos inquieta. 

El primer tema fue desagradable porque lo usan adversarios de Morena para cargar culpas ajenas. Usan el proceso contra su hermana quien está en la cárcel por presunto secuestro. Algo que nada tiene que ver con su conducta, pero sí con su sentido humano. Xóchitl explicó, una vez más, que su hermana tiene 11 años tras las rejas y no ha recibido sentencia. Cree que es inocente pero, respetuosa de las instituciones, dice que será el juez quien lo determine. 

Habló del tema por última ocasión porque no es algo que incumba al electorado, ni tiene que ver con el destino de la Nación. Luego explicó asuntos técnicos de la crisis hídrica en el norte del país, los problemas de las energías limpias en este sexenio y la necesidad de pensar y planear a 20 años las soluciones a los problemas más angustiantes. 

Con su mente de “ingeniero”, platicó que estuvo 6 horas con expertos tratando el problema número uno del país: la seguridad. Acepta con humildad que no es su fuerte pero sólo con la ayuda de especialistas que sepan del tema,  podrá enfrentar el problema. Por cierto, apuntó que Coahuila es un ejemplo de solución de la inseguridad, algo que comienzan a recomendar quienes están al tanto. Porque ese estado pudo reducir la criminalidad en un 92 %, mientras muchos de los estados viven el infierno de la violencia. 

Cuando preguntamos sobre el tema del presidente López Obrador, si sus ataques la impulsan, Xóchitl cambió su semblante, con el que habla siempre. “No me gusta pelearme con el que me odia”. Dijo que el presidente tiene mucho poder, pero no le teme aunque sea desgastante enfrentar al hombre más poderoso del país. 

El enojo del presidente es porque “le vine a romper la narrativa”. 

Quienes entienden de campañas saben que la “narrativa” es la mitad de la campaña, la otra mitad es el carisma y la conexión con las comunidades, algo que Xochitl logra sin casi proponérselo. “Siempre voy a contarles la verdad”.

Un colega periodista preguntó: “¿Tiene miedo de que la espíen?”. Dijo que no tenía duda. 

Cierto, saben todos sus movimientos y buscan por dondequiera encontrar algo para desprestigiar su meteórico ascenso en las encuestas. 

Aunque Xóchitl diga que no es cómodo estar enfrentada al poderoso presidente, sabe que sus críticas son un vector que le ayuda. Los vientos de frente también hacen que los botes a vela puedan navegar en sesgado. Sin viento a favor o en contra, los navíos quedan varados. En el caso de Xóchitl tiene muchos vientos a favor que la impulsan. Las y los Xochitlovers sumarán cientos de miles en las redes sociales y los ataques cotidianos desde Palacio cuentan a su favor por lo burdo e ilegal de sus contenidos. 

Con la inteligencia artificial, los “amigos” de la senadora crean mundos nunca antes vistos con un lenguaje poético y la voz madura muy parecida a la suya. Crean mundos imaginarios donde niñas vuelan, jóvenes revolotean alrededor de flores y predican un mensaje de optimismo. 

Los siete temas de su propuesta: 1. Energías limpias; 2. Agua; 3. Inversión en capital humano; 4. Infraestructura; 5. Líneas de distribución eléctrica; 6. Certeza Jurídica y 7. Seguridad.

Pero habrá mucho más. 

 

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