El foro del Frente Amplio en León con Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez fue uno de emociones más allá de las propuestas. La buena política solo puede surgir de emociones nobles: sincero patriotismo, amor a nuestras raíces y la esperanza. Una esperanza que surgió cuando los partidos dejaron sus diferencias para rescatar a México del presidencialismo autoritario.
Fueron tres temas: salud, educación y programas sociales pero los podemos reunir en uno solo, uno que permea en todos los diálogos. Lo preguntan los moderadores, lo preguntan los ciudadanos, ¿cómo vamos a reconstruir las instituciones dañadas, cómo volveremos al desarrollo y a la esperanza?
Escuchar a Beatriz Paredes siempre es una delicia porque habla con una claridad e inteligencia que da un largo tiempo en la función pública y una amplia cultura. Además añade un humanismo sincero. Ella muestra que no todo en el PRI era malo o que los males de hoy son solo producto del pasado priista, por cierto en el que militaron casi todos quienes gobiernan hoy el País.
Xóchitl es distinta. Su inteligencia es práctica y de ánimo ligero, no por ello menos valiente. Sus conocimientos técnicos, su biografía forjada en la tenacidad y el talento, la hicieron crecer en poco tiempo para estar al frente de las encuestas en el Frente. A tan solo ocho puntos de Claudia Sheinbaum, siembra la esperanza en medio México olvidado y segregado del discurso oficial.
En las manos de ellas vimos el buen futuro del País. Beatriz propone planear, federalizar, rescatar las instituciones y “articular” el esfuerzo nacional en todos los niveles. Xóchitl pide ampliar la salud pública y convertirla en un bien para todos, coincide con Beatriz en ese sueño. Tienen un diagnóstico correcto de todos los temas y plantean soluciones que hoy nos parecen casi imposibles: escuelas de tiempo completo, garantizar 10 años de educación inicial, construir más universidades y llevar internet a todas las escuelas del País a través del servicio de satélites de órbita baja.
La sorpresa política sigue y el asombro nacional y extranjero comienza a permear. El Foro es un evento político inédito, un logro del empuje ciudadano con aquella marea rosa en la marcha por la defensa del INE o la reunión en el Zócalo.
Esa energía social inició en la aspiración de más de 30 ciudadanos. Las preferencias encumbraron a dos mujeres de excepcional talento. También un hecho inédito que muy probablemente termine en la primera elección presidencial con dos mujeres candidatas, una en el oficialismo y otra en la oposición.
En apenas 11 días tendremos la definición de la “coordinadora” del Frente, quien se convertirá en candidata y tres o cuatro días después, Morena definirá si es Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard. Solo falta saber si Movimiento Ciudadano manda candidato para perder o se une, en sana cordura, a la coalición de ciudadanos y partidos.
Después de escuchar los cuatro foros nadie duda que puede haber una nueva alternancia en México. La fuerza del Frente también ayudará a que el Congreso sea más disputado y nadie tenga la mayoría calificada, esa que permite torcer y retorcer la Constitución sin permiso de las minorías. Esa que buscan el presidente y Morena para regresar al País al siglo pasado.
Beatriz Paredes hizo muy bien en aclarar que no se retira y seguirá adelante hasta el voto del 3 de septiembre. Hizo bien porque así podremos disfrutar de una gran fiesta política con los foros de Guadalajara y Mérida. Las emociones no se apagan.