Ricardo Salinas Pliego viaja a Nueva York en su avión particular Bombardier Global Express 7500. Una fotografía en X muestra al magnate acomodado en su butaca con dos grandes ventanas. Con un jersey de cashmere gris, pantalones de lana y calzado con suela blanca a la moda, proyecta un estilo de vida que muy pocos mexicanos pueden tener.
El Global Express 7500 es un avión de 70 millones de dólares, cuya autonomía puede llevar a sus propietarios desde México hasta Tokio, Buenos Aires o Estambul sin hacer escalas. Todo el mundo al alcance de sus deseos. La fotografía muestra a Salinas Pliego ocupado con su celular.
El exhibicionismo de Ricardo Salinas Pliego en redes sociales es un hecho inédito en el país. El empresario, que tiene un capital de 10 mil 900 millones de dólares (según Bloomberg), salió al público para mostrar su riqueza y enarbolar las bondades del capitalismo y la libertad de emprender.
En una larga campaña, defiende las virtudes del emprendimiento y los vicios del gobierno que “roba nuestro trabajo” con impuestos excesivos e ineficiencia en su gasto. Algo que ningún otro gran empresario de México se había atrevido a decir.
Como muestra de su vehemencia antigubernamental, emprendió una campaña contra la senadora Citlali Hernández. Lo hizo por su gordura en un ataque vulgar. Algo difícil de comprender en alguien que tiene acceso a la cultura y a los beneficios de su fortuna. Un pleito que celebran los radicales de la oposición y sus rabiosos seguidores quienes le llaman “Tío Richie”. Un pleito bajo, de callejón.
El dueño de TV Azteca y Banco Azteca quiere defender su ideología contraria a la de la 4T. Para ello utiliza las redes sociales, con prioridad en X . Al emprender una campaña antigubernamental, topa con su “amigo” el Presidente. La fraternidad se rompe con el huracán Otis de Acapulco, donde ciudadanos aparecieron en TV Azteca injuriando al Presidente.
El conflicto tenía meses cocinándose porque no puede haber discurso más contrapuesto que el de un mandatario populista-pobrista frente al de un exitoso empresario que presume su riqueza sin el menor pudor.
En la historia de las concesiones de medios de televisión abierta, nunca recordamos un ejercicio crítico como el de TV Azteca. Al igual que Televisa, siempre guardó conveniente silencio. Salinas Pliego formó parte de los empresarios consejeros de la presidencia a principios de sexenio. Era uno de los más cercanos.
En un mensaje abierto en X, Salinas Pliego enfrenta a AMLO y a sus políticas. Dice que la presión que ejerce el Presidente sobre el Poder Judicial y sobre el ministro Luis María Aguilar es indebida, que el presunto adeudo (de 25 mil millones de sus empresas) viene de años anteriores.
Salinas enarbola la libertad de expresión como la mayor de las libertades, sin embargo la historia de su televisora tiene orígenes y prácticas dudosas por sus nexos con la familia Salinas de Gortari, particularmente con Raúl, quien tuvo negocios por 30 millones de dólares con él cuando compró la empresa que era propiedad estatal.
Ahora, en un inusitado lance, Salinas Pliego enfrentará la furia de Palacio, a pesar del “mutuo afecto y respeto” que dice tener el tío Richie por su amigo el Presidente. Aún con toda su riqueza y su Global Express 7500, Richie puede perder frente a “El Águila”, un poder a quien ni siquiera el hombre más rico de México quiere o puede enfrentar. (Continuará)
Gsz