Cretino:
Se utiliza para describir a alguien como estúpido, insensato o incompetente.
CHAT GPT-4
Hace dos meses tuve la oportunidad de conocer Islandia, un país maravilloso, considerado por el periodista John Carlin como el “mejor del mundo”. En un impecable supermercado de una ciudad de unos 5 mil habitantes, vi una revista en la caja registradora. Tenía en la portada muchos billetes de coronas, la moneda oficial de la isla.
Una chica inmigrante, con acento extraño al islandés o al inglés que todos dominan, no sabía de qué trataba el contenido. Puse el teléfono sobre la portada con el traductor de Google. Era la lista de 4 mil islandeses y sus ingresos anuales. La revista costaba unos 20 dólares y estaba llena de anuncios de productos de calidad: autos Lexus, BMW y Mercedes, destinos turísticos y bolsos de alta gama. Un instrumento de mercadotecnia.
La chica comentó: “es una revista que le gusta mucho a la gente”. En todos los supermercados, en todas las tiendas de conveniencia la venden. Islandia tiene 388 mil habitantes (menos que Celaya) y unas 3 veces el territorio de Guanajuato. En las primeras páginas aparecían las fotografías de los funcionarios de grandes empresas, los mejor pagados.
Islandia era parte de Dinamarca que se independizó en 1944, pero conserva sus mejores costumbres. Una es la publicación de lo que gana cada ciudadano. Se puede consultar porque hay absoluta transparencia y saber cuánto gana su vecino, el Primer Ministro o su jefe en el trabajo. Islandia es el primer mundo del Primer Mundo. Una sociedad próspera, competitiva y bastante igualitaria (índice de Gini de 0.24 – hablaremos más de este numerito).
Los islandeses pagan en promedio el 40 % de impuestos sobre sus ingresos, además el IVA es del 24 %; los alimentos pagan el 11 %. A cambio reciben educación gratuita en todos los niveles, salud universal y pensiones dignas. Es el único país de la Comunidad Europea que no gasta en ejército. Así que su desarrollo es comparable al de los otros países nórdicos.
Al hacer públicos los ingresos de todos, en Dinamarca e Islandia, se cuidan de la corrupción, porque si un ciudadano va y compra un Ferrari o una casa en España o gasta más de lo que gana, inmediatamente es auditado. Cabe decir que los países nórdicos y Singapur, son los de menor corrupción en el mundo. Además consideran de mal gusto la presunción.
Islandia es un país rico, donde sus habitantes producen unas 8 veces más que los mexicanos. A pesar del clima, son los más felices y civilizados de Europa, en compañía de Finlandia.
Todo esto corresponde al debate que viene, uno que ya comenzó con el pleito entre el Presidente y Ricardo Salinas Pliego, ambos con ideologías contrarias pero igualmente equivocadas.
A últimas fechas, Salinas Pliego predica un neoliberalismo exacerbado y un anarquismo fiscal. Dice que el Estado “roba” el dinero a los ciudadanos para que luego los “gobernícolas” se lo roben. Una afirmación política que causa escozor a López Obrador, quien, con cierto chanfle, lo califica de cretino. Podríamos crear un “cretinómetro” para medir a los dos, además de un narcisómetro. ¿A quién le va? (Continuará).
**Cretino es quien no vota, ni duda cabe**