Desde que llegó la pandemia el IMSS, el ISSSTE y los servicios de la Secretaría de Salud se convirtieron en un problema. El tiempo de espera para las citas se prolongaba tanto que era un riesgo enorme, sobre todo para pacientes de enfermedades como el cáncer o de la urgente atención de un cirujano. 

La medicina privada floreció a costa del presupuesto de las familias y las empresas, que tuvieron que acudir a doctores y hospitales particulares. Durante la pandemia muchos pudieron salvarse enfrentando el gasto pero cientos de miles murieron por la atención tardía, la mala información o la falta de competencia de las autoridades sanitarias. La estrategia de colgar todo el problema en el doctor Hugo López Gatell fue uno de los desaciertos más grandes del sexenio. 

El presidente, durante todo el tiempo prometió que tendríamos una medicina pública al nivel de la de Dinamarca. Lo dijo una y otra vez, incluso ayer repitió que al final de su mandato estaríamos en ese paraíso prometido. En lugar de enojo, hubo una profunda tristeza. ¿Cómo puede López Obrador prometer por enésima  ocasión algo que no va a suceder, que es imposible de cumplir?

El gasto público en México para la salud es de apenas 3.5% del PIB. En Dinamarca -la meta soñada- llega al 10%. En Estados Unidos es del 20%. Ninguna nación con los servicios que promete el presidente invierte menos del 8%. 

Una mujer castigada injustamente por el destino y la violencia que priva en el país, va el lunes a Palacio con su pala de buscadora para que López Obrador la escuche. Ceci Flores sólo pide que la escuchen unos minutos para transmitir el dolor, la angustia y el infierno en el que viven decenas de miles de familias mexicanas por la ausencia de hijas, hijos, padres y madres desaparecidos. Como no le abrieron las puertas tuvo la desesperada ocurrencia de vestirse de beisbolista, en clara alusión a la afición del presidente por ese deporte. Tal vez así la atendería López Obrador. No lo hizo.

Lo insultante es que recibió a una mujer representante de madres buscadoras que perdieron a familiares – de Argentina. Un gesto político de simpatía por quienes sufrieron el golpe de la dictadura militar. Todo eso mientras en el país aumenta la presencia del ejército en muchos ámbitos que eran de tradición civil. Contra la promesa de campaña, Morena no cumplió con regresar a los soldados a los cuarteles, sino que les abrió la puerta para que entraran a todo, desde construcciones, aduanas, aeropuertos, una aerolínea y la aviación civil. 

Lo peor es la violencia y el número de homicidios que han roto todos los registros anteriores. Más de 180 mil mexicanos asesinados en 5 años y medio, con partes del territorio nacional donde los gobernantes son miembros del crimen organizado. 

Vemos con tristeza la nación que podíamos ser y no somos, el país prometido que quedó en demagogia sólo soportada por el clientelismo social con fines electorales, más que la auténtica voluntad de poner parejo al piso de las oportunidades. 

El infortunio del regreso al modelo priista del presidencialismo, del destino en manos de una sola persona nos ensombrece a quienes luchamos por una sociedad plural. Nos puede porque la armonía perdida no puede augurar un mejor destino. Perdón por el pesimismo pero Ceci Flores vestida de beisbolista marcará esta época. 

**Vota aunque vayas vestida de beisbolista**

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