“Con inundaciones algo queda, sin agua, nada queda”.
Así decía el abuelo
El agua subió un 60% el último mes en el recibo de la casa. De 31 pesos metro cúbico pasó a 52. SAPAL aumenta la tarifa porque tiene previsto tiempos difíciles. Estoy de acuerdo con el aumento, nada es tan valioso como el agua. Pagar 5 centavos por litro para el consumo y la limpieza de la casa está bien; para regar no tanto.
José Luis Luege, quien fuera el director de Conagua durante el sexenio de Felipe Calderón, estuvo en León para platicar los proyectos de Xóchitl Gálvez de llegar a la presidencia. Dice que León tiene los derechos de agua de El Zapotillo, la presa que medio destruyó el gobierno federal. La presa que rompieron y el agua que nos robaron por órdenes de López Obrador.
Luege, quien es un experto en el tema, dice que la sequía provocará el abatimiento del acuífero local. “Una presa se puede llenar con una tormenta y lo he visto, sin embargo el acuífero tarda años”. Narra que en Aguascalientes dependen de un sólo acuífero que está a 600 metros y lleva contaminantes propios de las aguas fósiles. Están en problemas. Nosotros también.
León depende ahora en más del 90% de su acuífero, cuando lo ideal es que tuviéramos agua de presas. El problema es que durante más de dos décadas los gobiernos no resolvieron el abastecimiento a pesar de que tuvimos gobiernos del PAN en la presidencia y en los estados de Guanajuato y Jalisco. La gestión política fracasó. Nuestros gobernantes tuvieron el tiempo y los recursos para enfrentar el problema y no lo hicieron.
Eso es el pasado. En el presente podemos ver que para completar el racionamiento muchos hogares y empresas compran agua de pipas. Unas 600 pipas circulan por las calles con agua de pozos privados. “Es mercado negro”, comenta un colaborador de Luege. De acuerdo, pero es una solución inmediata a un problema real que se agudiza todos los días.
El mensaje de Luege: con Xóchitl en la presidencia será más fácil que el país haga frente a la sequía. Tenemos que reciclar el agua, tratarla (como se hace desde ahora en algún porcentaje) para entregarla al campo. Pero también tenemos que tecnificar la agricultura donde se utiliza por lo menos el 75% de lo que se extrae o viene de presas.
La eficiencia de SAPAL llega al 70%, uno de los porcentajes más altos de cualquier operador de agua en el país. Pero puede subir si mejoramos la red y evitamos fugas. Hace 20 años el promedio de consumo por habitante en León era de 300 litros diarios (por el desperdicio). Con mayor eficiencia hoy llegamos a unos 150 y la meta serían 100. Pero la ciudad crece y la industria también.
Necesitamos agua y, durante algunos años, la tendremos que encontrar en el acuífero. Ahora es más negocio venderla que sembrar alfalfa o granos. El poder de compra de la ciudad cubrirá el faltante. La agricultura tecnificada y de productos de alto valor agregado en invernaderos conviene que siga.
Lo ideal sería conseguir acuerdos con los distritos de riego de Guanajuato para comprarles agua de la presa de Solís al sur del estado a cambio de tecnología y dinero. Así de simple.
Pero eso requiere un arduo trabajo político en el que fallaron todos los gobernantes, desde Vicente Fox hasta Diego Sinhue Rodríguez.
Si gana Xóchitl, tendremos más esperanzas en Guanajuato.
**Vota para que México no tenga sed**