Las Lavanderías de la Magdalena en Irlanda, también conocidas como Asilo de las Magdalenas, fueron instituciones administradas a lo largo de dos siglos por órdenes católicas. Su misión aparente era albergar a mujeres caídas, (como católicos sabemos bien a qué se refiere el término). Si bien la idea consistía en ayudar a mujeres en estado de indefensión, los ideales altruistas cedieron pronto el paso a la explotación laboral, a torturas físicas y sicológicas que podían prolongarse por años o en algunos casos de por vida. 

Las investigaciones que siguieron a las numerosas denuncias, la última lavandería se cerró en 1996, estima de que unas 10.000 mujeres pasaron por la institución desde la independencia de Irlanda en 1922. Las cifras son aproximadas pues las órdenes religiosas, a cargo también de mujeres, hasta la fecha se niegan a abrir sus registros, o los han destruido. En un caso célebre, el de las Hermanas de la Orden de Nuestra Señora de la Caridad en Dublín, por ejemplo, se halló una fosa común con 155 cuerpos enterrados sin registro alguno. 

Con este terrible trasfondo, la escritora irlandesa Claire Keagan desarrolla esta nouvelle extraordinaria donde un vendedor de carbón en el sur de Irlanda, Bill Furlong, descubre los abusos a los que son sometidas las internas de una lavandería administrada por monjas de su localidad. Padre de cinco hijas, católico e hijo de una madre soltera que fue asistida por una dama protestante, Furlong se debate entre hacer la vista gorda para no incomodar a sus clientes, con las consecuencias que podría tener para su negocio y su familia misma.

–¿A dónde nos lleva pensar?… Para lo único que sirve pensar es para deprimirse… Si quieres triunfar en la vida, hay cosas que debes ignorar para poder seguir adelante. Le dice su esposa, cuando él menciona el asunto.

–Pero, ¿y si fuera una de nuestras hijas?, le responde.

Keagan, con una prosa elegante, heredera digna de William Trevor, presenta un debate ético universal: Furlong… se preguntó qué sentido tenía estar vivo sin ayudarse los unos a los otros. ¿Era posible seguir adelante a lo largo de todos los años, de décadas, de toda una vida, sin ser lo suficientemente valiente como para ir en contra de lo establecido y, sin embargo, llamarse cristiano, y enfrentarse al espejo?

Su decisión final, tomada bajo la nieve en plena Nochebuena, deslumbra como la estrella que siguieron los magos, pues está sustentada por la maestría con que Keagan ha desplegado cada detalle de su vida pasada y presente. 

Editada en 2021, ganó el Premio Orwell al año siguiente. A finales de este año estrenará la versión cinematográfica con Cillian Murphy (Premio Óscar por Oppenheimer) en el papel protagónico.

 

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AAK

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